A parte de mis maestros de Kundalini Yoga, tengo un cariño especial para tres personas.
Hace varios años, descubrí un libro de Deepak Chopra en una librería parisina. Me encantó su percepción de la vida, su manera de hablar del “aquí y ahora”, del infinito y de la conexión cuerpo, mente, alma… encendió una pequeña llama en mi… y esa llama fue creciendo a lo largo de los años.
Pocos años después, gracias a una amiga, oí hablar de Wayne Dyer. Escuché una de sus conferencias y empecé en apasionarme por la “ley de atracción”.
Y pocos meses después me enamoré de la preciosa Louise Hay y de su mensaje de amor hacia uno mismo… era la pieza imprescindible que faltaba a mi puzzle espiritual… la que me llevo de manera indirecta al Kundalini Yoga.
Descubrí estas tres personas de manera totalmente independiente y me enteré solamente hace unos meses que estas tres personas tenían un fuerte vínculo y eran muy amigos (Louise Hay es la editora de Wayne Dyer y Deepak Chopra).
Pero la verdad, no me sorprendió mucho… los tres vibran al mismo nivel… y son el ejemplo perfecto de la ley de atracción en plena acción.
Cuando una persona está llena de amor, agradecida por la vida, consciente de que todos estamos interconectados y sigue su intuición con confianza… en un momento u otro, encuentra en su camino a otras personas que vibran a ese mismo nivel… y conecta con ellas de manera inmediata.
Es ley de vida. Y esta ley es la misma para cada uno de nosotros. Por eso es esencial reconectar con nuestra luz interior y dejarnos guiar por nuestra intuición… porque a lo largo de nuestro camino, vamos a conectar con personas preciosas y nuestra vida va a empezar a tener un sabor exquisito.
Sat Nam
Gabrielle – Puranshant Kaur
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