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En la vida, hay veces donde queremos conseguir algo…  pero no es el buen momento – ya sea porque estamos cansados, porque no estamos inspirados o porque nos falta una buena idea.

En esos momentos, si intentamos obtener lo que queremos a toda costa… nos cuesta mucho esfuerzo… normalmente con un resultado bastante decepcionante.
Con la experiencia, empezamos a entender que hay veces donde saber esperar al momento oportuno supone una ganancia de tiempo y de esfuerzo. Con un resultado mucho mayor – incluso mucho más allá de nuestras expectativas.
Muy a menudo, nuestra vida – y nuestra felicidad – dependen esencialmente de nuestra capacidad a saber esperar al momento acertado, al momento oportuno.
Y “el buen momento” depende siempre de nuestro nivel de energía.
Mientras no tengamos una buena energía… hagamos lo que hagamos, no tendremos ninguna proyección. Por eso muy a menudo, cuando las cosas no nos salen como esperamos, es mejor dejarlas de lado. Porque tienen que fluir – si no fluyen, hay que saber dejarlas reposar. Mientras, se puede hacer otra cosa totalmente distinta… algo manual o físico… cocina, jardinería, yoga, darse un baño, darse un paseo… reírse con tus hijos, cantar una canción, moverse… o echarse una siesta debajo de un árbol… lo que queramos – cualquier cosa que nos apetezca y nos permita sentirnos más ligeros e alegres.
Veremos que, así, en poco tiempo, nuestra energía cambiará y tendremos la idea o la inspiración que llevábamos horas buscando – de repente, todo nos aparecerá evidente.
Exactamente como a Newton que consiguió formular su famosa ley de la gravedad… cuando dejó de buscarla… y le calló la respuesta encima de la cabeza en forma de manzana.

Sat Nam,

Gabrielle – Puranshant Kaur

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