Muy a menudo, somos nuestros peores enemigos.
Es muy interesante detenerse de vez en cuando y observar nuestro propio dialogo interno – de la manera más neutral posible, sin juzgarnos.
Nuestro “ruido interior” suele estar lleno de miedos – pasados, presentes o futuros – de nuestra falta de confianza en nosotros mismos y en los demás, de todos nuestros fallos – reales e imaginarios.
Obviamente, este “run-run” constante no suele ser de gran ayuda para elevarnos.
Es más bien lo contrario, ya que tiende a dejarnos en un nivel bastante bajo… y cuando nos sentimos desanimados solemos percibir la vida de manera bastante oscura… y ya sabes, todo es percepción en la vida.
Y si, en vez de quedarnos atrapados en estos pensamientos repetitivos, intentamos ser nuestro mejor amigo y elevarnos, en vez de machacarnos.
Piensa como se comportaría un buen amigo en los momentos bajos de tu vida, que palabras te diría para darte fuerza y cambiar tu estado de ánimo. Piensa que te aconsejaría para hacerte sentir mejor… por ejemplo, tomarte las cosas con un poco más de distancia, darte un paseo en la naturaleza, llevarte a la playa para desconectar… cualquier cosa que te guste y que te permita volver a ver la vida con esperanza e ilusión.
Se ese amigo para ti mismo.
Trátate a ti mismo como él te trataría.
Con mucho amor, mucho cariño y mucha compasión.
Sat Nam,
Gabrielle – Puranshant Kaur
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