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“Cuando te sientas vulnerable, indefenso (o triste), ayuda a otra persona.”

En el momento en que oí esta frase, no me llamó mucho la atención.

Pero de alguna manera, se me quedo grabada. Y pocos días después empecé a ponerla en práctica.

Fue hace varios años ya. Y en varias ocasiones he podido comprobar su veracidad.

Así que hoy me toca decírtelo a ti.

Cuando te sientas vulnerable o indefenso – y eso nos pasa a todos de vez en cuando – ayuda a otra persona.

Ya verás… es pura magia.

Cuando uno se siente vulnerable, tiene tendencia a centrarse en sus problemas y a no salir de ellos… ya sabes, la mente funciona de manera cíclica… y nos bombardea con pensamientos a lo largo del día… una y otra vez… y aunque intentemos cambiar de pensamientos… vuelven de manera repetitiva. Y como siempre sale primero nuestra mente negativa… ya sabes… caemos fácilmente en pensamientos oscuros… y este bucle mental no es nada agradable.

Obligarse a pensar en otra persona en esos momentos… intentar ayudar a alguien… nos aparta de nuestro ruido mental… de nuestros pensamientos negativos… y nos traslada al nivel del corazón.

Pasamos de nuestra mente negativa al corazón.

Y cuando estamos en la región del corazón, todo cambia… emocionalmente y energéticamente.

Reconectamos con el amor y la compasión dentro de nosotros mismos.

Y percibimos todo de otra manera.

Así que no te lo pienses dos veces… cuando te sientas indefenso encuentra una manera de ayudar a otra persona… y hazlo con todo tu corazón… seguro que en tu entorno encontrarás a alguien que necesita tu apoyo y tu cariño.

Ya veras, ayudando a otra persona te ayudarás a ti mismo.

Sat Nam,

Gabrielle

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