El Universo siempre nos respalda y nos guía. Solo tenemos que aprender a leer los signos y dejarnos llevar, sin resistirnos – esa última parte quizás sea la más complicada porque todos tenemos resistencias.
Pero cuando las cosas tienen que pasar, el Universo vuelve a darnos un toque de atención.
Y en este momento, nuestras ultimas resistencias vuelan.
Algo mágico pasó en mi vida hace unas semanas y me hace mucha ilusión contártelo.
Como algunos de vosotros sabéis, estoy acabando el nivel 2 de Kundalini Yoga.
El nivel 2 está compuesto de 5 módulos que puedes hacer en el orden que quieras: “Comunicación Consciente”, “Relaciones auténticas”, “Mente y Meditación”, “Estrés y Vitalidad” y el último módulo que me queda por profundizar, “Ciclos de Vida”.
Hice los 4 primeros módulos en España con unos maestros maravillosos.
Pero siempre pensé que para el último modulo me apetecería cambiar de maestro y escoger a una maestra que llevo años siguiendo a tráves de Internet: Gurmukh Kaur Khalsa.
Gurmukh es una mujer de 75 años que lleva más de 40 años enseñando Kundalini Yoga. Tiene una vitalidad y una sabiduría increíble y es la maestra de Gabby Bernstein – una escritora gracias a la cual descubrí el Kundalini Yoga hace años.
En julio pasado eché un vistazo al programa de Gurmukh y vi que justamente iba a impartir el módulo de Ciclos de Vida a finales de este mes de octubre… en Serbia.
Las fechas eran perfectas.
El precio era un poco alto pero podía permitírmelo.
Solo hacía falta lanzarme.
Pero en este momento, me bloquee – mis resistencias salierón a la luz “Esta muy lejos… es demasiado caro… no voy a conocer a nadie… No puedo dejar a mi familia en pleno curso escolar”…
Entonces pospuse mi decisión.
Luego me fui de vacaciones a Paris – mi querida ciudad. Y allí intenté ir a una clase de Kundalini Yoga pero la profesora que quería no había vuelto de vacaciones todavía. Entonces pensé: “Pues, otra vez será”.
Quedé con una amiga para comer el domingo y justamente acababa de apuntarse a un centro de yoga donde impartían Kundalini Yoga y me propuso ir a una clase con ella esa misma tarde.
No tenía conmigo mi ropa de yoga ni mi turbante pero nos fuimos, así, tal cual.
La clase la impartió Veronique Rei, una maestra encantadora.
Al final nos pusimos a hablar las dos y resultó que ella también estaba haciendo el nivel 2 de Kundalini Yoga y el último módulo que le quedaba por hacer era: Ciclos de Vida. E iba a hacerlo con Gurmukh en Serbia – ya tenía todo reservado.
Enseguida me dijo “¿Porque no te vienes con nosotras? Somos varias maestras las que iremos desde Francia. Además, conozco también muy bien a la maestra que organiza todo en Serbia. Puedes beneficiarte de una tarifa especial.”
¡No me lo podía creer!
Eso fue pura magia.
Dos días después me inscribí. Muy ilusionada y agradecida.
En mi próximo blog te explicaré porque ocurrió todo de manera tan mágica… así podrás disfrutar tú también de una sincronía perfecta en tu vida.
Con todo mi cariño.
Sat Nam,
Gabrielle – Puranshant Kaur