De vez en cuando, nos sentimos más frágiles.
Ya sea porque estamos cansados, pachuchos, o porque nos ha salido mal una cosa, o alguien nos ha hecho un feo y nos sentimos poco amados…
Hay 1001 razones para sentirnos más vulnerables.
Cualquiera que sea la razón, aceptemos esa fragilidad. Aceptemos sentirnos más vulnerables por algún tiempo. No hay que intentar negar o rechazar esta fragilidad. Sería un error.
Porque todas las emociones que intentamos tapar acaban saliendo de una u otra manera… y muy a menudo bajo la forma de enfermedades.
Tenemos que aprender a aceptar esa vulnerabilidad nuestra.
Ese es el secreto… la aceptación.
Aceptarlo… y dejarlo pasar… con unas simples respiraciones.
Sólo hacen falta algunas respiraciones largas y profundas. Nada más.
Una respiración larga y profunda comienza llenando el abdomen para luego expandir el pecho y finalmente levantar las costillas superiores y las clavículas.
A la inversa la exhalación: primero se desinfla el tren superior, le sigue la parte media y finalmente se contrae el abdomen.
Así que cada vez que nos sintamos frágiles… aceptemos ese momento de vulnerabilidad, dejémoslo que se diluya haciendo respiraciones largas y profundas… y hagámoslo dándonos mucho amor.
Ese mal momento pasará… ya verás.
Te recuerdo que todos los miércoles imparto una sesión de Yoga Kundalini en la Urbanización Monteprincipe de Boadilla del Monte. Las sesiones se desarrollan en un ambiente agradable e íntimo.
Si decides probar el Yoga Kundalini, la primera sesión de esta ancestral herramienta te la regalo yo. Así que no dudes en probar esta maravillosa técnica, que te permitirá mejorar tu vida.
Si este día u horario no te es apropiado, contacta conmigo por correo o por teléfono e intentaré proponerte otra opción.
También estoy disponible para desplazarme a tu domicilio y darte una clase particular si lo deseas.
Sat Nam,
Gabrielle
Hace poco, 2 días apenas, me sentí muy vulnerable, lo bastante a decir verdad como para dejar salir mis miedos, mis lágrimas y uno de mis mayores deseos.
Lo dije, lo acepté por fin como nunca antes lo había dicho, frente a otra persona, frente a un hombre, frente a quien yo creí que era mi pareja y en ese sentimiento de dolor, miedo, confianza, seguridad y amor propio divergente me expresé y le dije «Me siento muy vulnerable y eso me da miedo. Por favor, quédate conmigo»
Acepté lo que sentía, que me equivoqué, que me dejé llevar otra vez, que creí, que soñé despierta y lo confesé. Vulnerable frente a él, frente a otros, frente a mí en el espejo, conmigo a solas hablándole a Dios, abierto mi corazón.
Como nunca, pero al final me siento LIBRE, SATISFECHA, ORGULLOSA de haberle dado voz a lo que siento.
Hola Mirsha! Perdona que veo tu mensaje solo ahora… Sentirnos vulnerables nos abre muchas puertas interiores… y nos permite expander aun mas desde el corazón… Todos nos sentimos vulnerables en algún momento… Y esta muy bien decirlo al otro… Que bien que lo hayas hecho. Y que regalo nos estas haciendo a todos diciéndonoslo también.
Muy a menudo, al hacer respiraciones largas y profundas, esa sensación de vulnerabilidad se diluye poco a poco… Ya me contaras.
Besos muy fuertes desde Madrid.