Hace unos días me fui a Lanzarote con mi marido y mi hijo.

Nos enamoremos de esa isla encantadora… de sus paisajes de ensueño – una mezcla de montañas de fuego y de playas maravillosas.

Y nos impactó especialmente el legado de Cesar Manrique.

Este artista multifacético – pintor, escultor y arquitecto – ha dejado huellas muy profundas en su isla natal – a la que adoraba.

“Para mí, era el lugar más bello de la tierra.  Y me di cuenta de que si la gente era capaz de verlo a través de mis ojos, entonces pensarían igual que yo.”

Su obra y especialmente su extraordinaria visión de la relación entre la naturaleza y el hombre impregnan muchos de los rincones de la isla. Los Jameos del agua es un ejemplo maravilloso de integración del arte en la naturaleza – el interior de un túnel volcánico fue aprovechado para crear un auditorio natural y un jardín de palmeras con un lago artificial preciosos.

Cesar Manrique tenía muy claro que su propósito en la vida era de traer paz, armonía y belleza a esta Tierra…  y consiguió compartir su visión con todos los canarios.

Este gran humanista, tenía unos dones increíbles – y, obviamente, no todos tenemos su talento. Sin embargo, todos si que tenemos la posibilidad de traer más paz, belleza y armonía a esta Tierra, cada uno a nuestra manera.

Entonces sigamos su ejemplo – cada uno con nuestros talentos y dones únicos – y intentemos traer más paz, belleza y armonía a nuestra maravillosa tierra – lo necesita.

Sat Nam,

 Gabrielle – Puranshant Kaur

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