La vida es constante cambio.
Y no hace falta luchar contra esos cambios… sería como intentar apagar un fuego con una cucharada de agua… totalmente ineficaz.
Lo que si tenemos que hacer es acompañar esos cambios, aprender a vivirlos de manera consciente.
¿Recuerdas quien eras hace 20 años? – seguramente una persona muy distinta de la que eres hoy. A lo mejor no tenías ni pareja ni hijos en ese momento… quizás vivías en otro país… quizás estabas estudiando todavía… o a punto de empezar a trabajar.
Estoy segura de que muchos de esos cambios te han dado mucha alegría – pero también miedo – por lo menos al principio.
Porque el cambio suele dar miedo… y provocar resistencias – pensamos: “¿Y si no me sale bien? ¿Y si mi idea no es tan buena como lo esperaba? ¿Y si todo acaba siendo un fracaso absoluto y que la gente se mosquea conmigo?” “¿Y si tengo que renunciar a mis sueños?”.
Al proyectarnos en el futuro siempre suele salir primero nuestra mente negativa – es normal. El propósito de nuestra mente negativa es protegernos.
Pero esa propensión a la “protección” puede bloquearnos.
Para desbloquearnos tenemos que aprender a alcanzar nuestra mente neutral – donde lo positivo y lo negativo se equilibran.
Y acoger esos cambios pensando que “cada cambio es para bien”… y aprovecharlos para transformarnos y crecer como persona, a nivel personal y espiritual.
Cuando lo hacemos desde esta perspectiva, todo es distinto.
Empezamos a confiar en el universo, a dejarnos llevar sin resistencia… y todo fluye de otra manera.
Sat Nam
Gabrielle – Puranshant Kaur
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